Frente al Tribunal Supremo hubo todo un despliegue de fuerzas en defensa de los derechos ciudadanos. Para eso somos una democracia consolidada.
La Delegación del Gobierno, con el fin de garantizar nuestra seguridad en el ejercicio de manifestación, tuvo a bién alejarnos del lugar previsto en la comunicación oficial inicial. No había un punto mas adecuado, al fondo de la plaza, a la sombra, junto a la fuente, y con el parque infantil, los niños y sus cuidadoras, por delante a modo de pantalla. Todo un despliegue de atenciones con el fin de que los personajes reunidos en la sede del Tribunal Supremo no tuvieran oportunidad de quedarse con nuestras caras, que luego vaya usted a saber las tentaciones que les pueden venir a las togas y cabezas.
Se descuidaron los vigilantes y se colaron hasta nosotros varios medios para interesarse por las cuestiones que reclamamos.